Se puede decir que tengo dos grandes grupos de aficiones. Uno es el gastronómico. Otro, el deporte.
Gastronomía
Tengo el “morro fino”. Me encanta descubrir bares y restaurantes donde se coma bien y se beba mejor, sobre todo si lo que ofrecen son productos difíciles de encontrar y sabores distintos a los que estamos acostumbrados. Pero, fuera de esto, hay dos mundos que me encantan y en los que se podría decir que me he especializado, por razones distintas: el vino y el jamón.
Sobre el vino, mi buen olfato siempre me ha ayudado a distinguir aromas y sabores. Y buscando perfeccionar mis virtudes y sistematizar mis conocimientos, he realizado los cursos del Wine and Spirits Education Trust (WSET®). He llegado a alcanzar el nivel 3 (siendo el 4 el último, paso previo al Master of Wine), logrando todos ellos con la máxima distinción posible.
En cuanto al jamón, aquí donde destaco es por el pulso. Pero sólo con esto no es suficiente para cortar una pata como lo hace un profesional, que es capaz de sacar todo el partido posible de cada zona y, además, creando platos visualmente bonitos. Para mejorar mi técnica en ambos sentidos me he formado con el campeón de España 2020.
Por tanto, si quieres compartir conocimientos en estos destacados campos de nuestra gastronomía, o si necesitas ayuda o asesoramiento sobre ellos, también soy la persona adecuada para ello.
Deporte
Me gusta todo. Bueno, casi todo, que no es bueno exagerar. Y me gusta tanto verlo como practicarlo. Para ver, me apasionan los Juegos Olímpicos (en la tele) y el baloncesto (en directo). Para practicar, siempre mejor al aire libre. Por ejemplo, esquiar, caminar por la montaña o salir en bici por el campo. Pero también me gustan deportes más urbanos como correr, tenis (ahora menos) o pádel (últimamente más).
Sin embargo, mi “ojito derecho” en este aspecto es el fútbol sala. Sigo jugando en el equipo de antiguos alumnos llueva o nieve, haga frío o calor, desde hace más de doce años.